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quiero abrir la ventana y ver el mar,
escuchar el silencio humano,
sentir las gotas al respirar;
quiero abrirle la puerta al viento,
dejarlo pasar...,
que desordene mis cabellos
y se cuele por mi vestido al bailar...
quiero comer sandía todo el día,
sana, pecosa,
sonrojada, olorosa...
quiero abrir la ventana y ver el mar
escuchar los colgantes al chocar,
los peces susurrar
y las gaviotas chillar...
quiero abrir la ventana y no pensar más...
sólo dejarme llevar...
cómo medir la deformación del tiempo si cada segundo es incontable...
si cada segundo puede ser eterno,
si cada segundo puede ser tan breve...
No me esperes...
No, no me esperes más;
déjame ser la sonrisa espontánea,
la huella en la playa...
el silencio en la multitud...
No me esperes
que la vida se te va a ir,
y no quiero saber que desperdicié una vida,
no quiero imaginar que te maté...
No me esperes,
por favor
que el amor se muere...
el amor murió,
y sólo espero que reviva...
espero que salte... espero que baile
espero que mi amor busque tu amor,
que hagan el amor...
que hagan todo lo que hicimos,
y vuelvan a morir...
como hoy murió...
algún día escribiré tantos poemas que todos serán iguales...
el cuerpo humano como materia organizada y separada del cielo y el suelo, con necesidades básicas y otras no tanto; el cuerpo humano como prototipo, estereotipo, tipográfico, proteínico, aminoácido, hidrocarburo, lipídico, liposucción, aceptación...
el cuerpo humano como línea, volumen, silueta en el amanecer, en la fotografía guardada... en un calendario...
el cuerpo humano conteniendo el alma de quién escribe, quién lee y quién no...
el cuerpo humano para vivir, que no representa la vida...
el cuerpo humano sin sentido...
lo raro es que un día después de que comenzara el verano, yo sudaba... corría; estaba en Santiago... creía que sería fotógrafa...
lo raro es que a pesar de mi mala vista, al pasar por aquel lugar que nunca vi, me detuve...
lo raro es que era un libro que leí en el colegio, con un impecable 7, y que también leí 7 veces más, hasta este año...
lo raro es que entré a estudiar diseño casi en contra de mis deseos, y en uno de los múltiples trabajos, recortaba una revista, cuando leí "Requiem por el city"...
Ese hotel tenía el extraño poder de hacer que me detuviera, y eso hice... hasta que llegaron las lágrimas...
creo que seguí estacionada en un sentimiento inexplicable hasta después que terminé de leer...
"hace 80 años, se fundó el city. hace una semana (ahora tres), el hotel cerró"
"Y esa época, con toque de queda y gente leyendo "la vida está en otra parte", la idea de no estar, de tener un sitio mágico en la ciudad, seducía. Me sedujo"
y la verdad, nunca pude alejarme de la ciudad para ir a esa ciudad...
y el sol de la mañana...
cuánto me hacía feliz el sol de la mañana!
quizás no pueda ir al estreno de sweeney todd...
cuánto quiero que llegue el dinero de mi padre!!!
>.<
... y aceptemos que se acabó;
que la felicidad inunde mi cuerpo...
ayer fui a la playa muy bien acompañada, y pedí una hora con la doctora Dora...
castas, puras, blancas.
Los pechos se marchitan,
los miedos incrementan,
duplican,
triplican,
multiplican... infinito
la moral, lo inmoral, lo social, familiar...
etecé, etecé...
mil excusas para no volar,
mil excusas para no vivir;
mil excusas y ninguna vál...
quieres para mí tu modo de ser?,
y somos tan distintas...
y por eso iré al infierno?...
já!
castas, puras, blancas...
a mi no me den eso,
que para eso no nací...